¿Qué sucede cuando usted muere? “Esto es como si uno estuviera pasando por un túnel, en que se vuelve más oscuro y más oscuro, a medida a que nos acercamos a una luz y entramos en ella”. Es difícil describir lo que es, es como estar en el centro de el sol, en la que la que se presenta increíblemente una luz brillante, pero no nos ciega. Ese es más o menos la experiencia contada por muchos quienes lo han vivido y han regresarlo para contarlo.
Así, un hombre de 35 años de edad (un químico holandés) en una entrevista radial. Nos dice que él estaba hablando de una profunda experiencia que tenía, en lo que él consideraba su lecho de muerte, ello después de una hemorragia cerebral.
Este es uno de los muchos casos relatados en los últimos años, que se han atrevido a hablar abiertamente sobre (para ellos) una nueva realidad en que la muerte no es el final. Su creencia ya no es teórica, tampoco se derivan de una convicción religiosa, sino una certeza basada en la experiencia de haber tenido una breve visión de «el otro lado”.
Cambio del factor miedo antes de la muerte:
Miles, no! decenas de miles de personas han experimentado algo muy similar. Ellos guardaron silencio sobre ello por el temor a ser ridiculizados por una sociedad materialista, donde el miedo a la muerte es tan dominante que para hablar de ello es casi un tabú. Este miedo a la muerte, acuerda las pruebas aportadas por «testigos oculares» que se han atrevido a hablar. A muchos de los que han pasado brevemente la barrera entre la vida y la muerte «les resulta mucho más difícil volver a estar “en el otro lado”. Citando las mismas palabras del químico holandés: «En un momento dado yo sabía que tenía que elegir: Ya sea para continuar (usted debe saber que más allá de la luz hay algo más) o para volver. Eso es casi lo más difícil que se puede hacer, porque el sentimiento de la llamada «muerte» es tan agradable que hay que tener una gran fuerza de voluntad para volver. Tomé la decisión, pero puedo imaginar muy bien que hay personas que lo encuentran tan agradable que se quedan allí y siguen adelante». Nos refiere este caso.
Lo fascinante de estos testimonios de primera mano es la sorprendente similitud entre estas experiencias y las miles de otras vividas. El psicólogo norteamericano Dr. Karlis Osis y su colega de Islandia, el Dr. Erlendur Haraldsson, han estado llevando a cabo una encuesta en lo que con cautela término con “visiones de la muerte”. EL cuestionamiento de cientos de médicos y enfermeras, recogió información sobre 442 experiencias en lechos de muerte en los EE.UU. y 435 en la India (de los cuales 163 personas se han recuperado). En no menos de 91 de estos casos, a estas pruebas se le dio de «alucinaciones», los cuales todos tenían en común la aparición de alguien que dijo que estaban allí para “facilitar la transición”. A veces se trataba de una “figura de la luz”, pero más a menudo que era un miembro de la familia que había pasado y había venido para ayudar al paciente.
El siguiente testimonio fue dado por un médico: «Una paciente cardíaca de unos cincuenta años sabía que se estaba muriendo y se encontraba en un estado de ánimo desanimado, deprimido, de repente, levantó sus brazos y sus ojos se abrieron, su cara se iluminó como si ella estuviera viendo a alguien a quien no veía desde hacía mucho tiempo. Ella dijo, “’Oh, Katie, Katie». La paciente había sido súbitamente despertada de un estado de coma, ella parecía feliz, y ella murió inmediatamente después de la “alucinación”. Hubo varios Katies en la familia de esta mujer. Todas estaban muertas».
Otra experiencia muy similar:.. Un ama de casa de 68 años de edad, una polaca. Sufría de cáncer y en su mente estaba claro que ella no quería morir. Entonces vio a su marido que había muerto veinte años antes. Ella estaba feliz y se encontraba con una especie de sentimiento religioso y según su médico, había perdido todo el miedo de la muerte. En cambio además, ella sintió que esto era la cosa correcta más lógica. Murió el plazo de 5 o 10 minutos”.
Estén atentos que regresaremos con más post de casos similares.
Deja una respuesta