Ahora usted está realmente en su camino. Usted es consciente de carreras a través de un largo túnel, con poca luz, ya que la fuerza de la vida y la conciencia se disparan fuera del cuerpo a través del centro sutil en el bulbo raquídeo. De repente, usted emerge en una luz radiante y etérea. Usted está en la pura y la primavera eterna del mundo astral. Usted ve que su cuerpo físico se ha ido. Experimenta una maravillosa sensación de alivio y libertad. Tienes un cuerpo sin peso de luz y energía. Todo alrededor es una vasta extensión de maravillosa, vibrante espacio – visto no a través de los ojos físicos, sino a través del ojo espiritual abierto recientemente en la frente, que percibe a los reinos más sutiles.
Se encuentra rodeado de sus seres queridos a quien reconoce al instante de las relaciones que ha tenido durante mucho, mucho tiempo. Usted comienza a comunicarse con la familia ampliada, sus pensamientos y sentimientos que se transmiten instantáneamente a través de la intuición, nunca soñó que esa intimidad era posible. A continuación, se maravilla: «Esta es la muerte pero estoy viva Tengo mi conciencia y los sentimientos que tengo relaciones y seres queridos que soy consciente de una vasta reserva de experiencia te das cuenta de que sigues siendo tú, que no…? hay muerte, sólo una transición de la vida a la vida más grande.
La maravillosa verdad acerca de la gran aventura de la vida y la muerte es éste: No tenemos que esperar a la muerte para descubrir que somos seres inmortales y divinos. Hablando del poder de las técnicas espirituales de la meditación yoga, Paramahansa Yogananda dijo: «Cuando se cambia el centro de la conciencia, la percepción y la sensación del cuerpo y la mente con el alma.
Su verdadero inmortal yo trascendental – que tendrá el dominio del yogui sobre la vida y la victoria sobre la muerte. «
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