Todos hemos experimentado varias reencarnaciones en el mundo. No recordar las otras vidas es un recurso de protección, ya que somos colocados en desafecto. Solo son muy pocos los casos contados de personas que efectivamente recuerdan cada detalle de su vida pasada. Ello porque todo lo que vivimos en otras vidas, queda guardado y grabado en nuestro inconsciente. El alma puede depurarse ofreciendo una nueva existencia, o sea, teniendo una nueva oportunidad. Por eso el alma pasa por muchas reencarnaciones y asiste en tener una nueva oportunidad. Luego el alma pasa a través de muchas encarnaciones y por eso siempre tiene una nueva oportunidad para mejorar. La limitación de las reencarnaciones a lo largo de la evolución del espíritu mismo.
La reencarnación es la justicia de nuestro Dios grande, porque con él todos tenemos la misma oportunidad incluida la capacidad, el tiempo y las condiciones morales en cada uno de nosotros. Existen muchos mundos habitados en varias etapas de la evolución. Un espíritu puede ser reencarnado en la tierra o en otro mundo superior, eso va a depender de su nivel espiritual. Algunos espíritus se han reencarnados en la Tierra muchas veces y otros nunca encarnaron en ella. Algunos espíritus pueden permanecer estacionados sin moverse, pero no retroceden.
Como podemos ver, la reencarnación es un precioso bien y debemos tomarla de la mejor manera posible. Así como el cuerpo físico, busca llegar a su máxima consolidación con los seres que amamos y nosotros mismos, el espíritu también a su vez busca tener un mejor equilibrio y estatus, que solo se encuentra con el tiempo y obrando para bien.
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