En la muerte cerebral se produce alta presión, por lo que la sangre deja de circular en el cerebro y las neuronas se hinchan y estallan, y, sin la transmisión de impulsos entre las neuronas, las células dejan de funcionar, el desfile es irreversible y, en mayor o por lo menos 48 horas, todos los demás órganos dejan de funcionar. Por lo tanto, debe quedar claro que incluso si una persona tiene un latido del corazón o actividad en los pulmones o los riñones este no se puede recuperar si ya ha ocurrido la muerte cerebral.
Durante la vida, el espíritu está obligado por su dotación material, la muerte es sólo la destrucción del cuerpo, es espíritu sale del cuerpo cuando se deja de la vida orgánica. Es lógico suponer que cuanto más el Espíritu se identifica con la materia, la mayoría de ellos sufren de separarse de ella. Por otra parte, la actividad intelectual, moral y pensamientos elevados operar una pronta liberación, incluso durante la vida corporal, y cuando llega la muerte es casi instantánea. Este es el resultado de los estudios realizados en individuos observados en el momento de la muerte.
Perturbación Espírita:
En las muertes violentas, suicidios, torturas, accidentes, derrames cerebrales, lesiones, etc., El Espíritu está sorprendido, asombrado, para esta persona fallecida tercamente sostiene que no murió. Sin embargo, ve su cuerpo y sabe que es de él, pero entiende que es independiente. Estos buscan en la gente su afecto, y no puede entender por qué no escuchan. Este fenómeno se explica fácilmente: sorprendido por la inesperada muerte, el espíritu está sorprendido por el repentino cambio. Para él, la muerte sigue siendo sinónimo de destrucción, aniquilación, ahora… pero también ve y oye, no se considera muerto. Y lo que aumenta la ilusión es el ver un cuerpo similar al que dejó en la tierra, cuya naturaleza etérea no ha tenido tiempo de comprobar. Ve entonces el singular espectáculo de un espíritu que asiste a sus propios funerales como un extraño, pero al final entenderán la verdad.
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