Durante el último año he tenido largas fases de ser más o menos elevado y constante, alternando con fases más cortas de sentir plana y áspera en ocasiones, de mal humor e irritable.
Mis máximos se caracterizan por una sensación maravillosa de ser acusado internamente, como si mis células estaban magnetizadas en la alineación. Este sentido de la alineación es particularmente marcada en mi cabeza y en la cara – mi piel se estira sin problemas, mis nervios parecen ser hormigueo de luz, y en el núcleo vertical de la parte superior del cuerpo entero parecía que había un brillo constante, exquisito.
Yo también estoy en un estado casi constante de la claridad, la transparencia, la alegría y el optimismo. Siento una conexión con el universo – la infinita belleza cósmica de la luz y el espacio. Mi sentido del vasto universo siempre ha tenido un gran significado y valor para mí, dándome una perspectiva trascendente que va mucho más allá de mis preocupaciones mundanas individuo como un ser humano. También quiero iluminar a otros mostrándoles esta perspectiva más elevada, y esto se siente como parte de mi único propósito y función. Por lo tanto, siendo alta en la energía interna significa estar alineado con mi yo superior.
Los períodos planas parecen ser iniciado por el estrés, tales como la sobrecarga en el trabajo y por las operaciones de mi garganta. Lo que llamo un período plano es simplemente lo que solía ser mi estado normal y es el estado normal para la mayoría de la gente, que se caracteriza por aburrimiento mal humor, cansancio y ocasionales.
En este momento estoy empezando a salir de una fase plana por lo que es útil e instructivo para mí para reflexionar y observar cómo me las arreglo para salir de ella. No he tenido ninguna de esas sensaciones de alto por alrededor de un mes y estoy deseando volver a la acción!
Cuando leí por primera vez y se absorbe el material Abraham estaba en un tipo particular de alto – un alto poder. Yo estaba completamente centrado en mí, consciente del poder de la vida que fluye a través de mí y, a través de mi intención, fuera de mí. Yo era consciente de ser la fuente de mi propia vida y la causa de mi propio estado en cada momento.
Estaba siendo plenamente responsable de mí mismo, sin ningún interés en no ser. Me sentía más fuerte que he conocido jamás, como en casa en mí mismo, en casa, en el universo.