La oración es, en definitiva, un mensaje telepático enviado por un espíritu encarnado a un espíritu sin cuerpo que quieren ayudar a resolver un problema determinado. La oración puede ser dirigida directamente a Dios o un Espíritu Superior, entre los que destaca el Gran Maestro, Jesús de Nazaret, Espiritual Supremo Gobernante de nuestro planeta, o para facilitar la comunicación, del suplicante al mentor que es nuestro Guía Espiritual.
De hecho, ningún espíritu, encarnado o desencarnado, que está evolucionando en la tierra, tiene la perfección necesaria a Dios y no será capaz de concebir, y mucho menos de comunicarse con la oración dirigida a Dios, estos son capturados en diferentes planos en el mundo de los espíritus de acuerdo a la pureza de los sentimientos y la fuerza de la convicción religiosa que conduce, y luego analizados por los Espíritus Superiores.
La oración es una parte que debemos asumir en la vida, porque esta es como una limpieza interna que hacernos en referencia a nuestro espíritu y por el que pedimos crecer como personas y vivir en armonía con los demás seres que habitan en la tierra.
¿No sientes que después de una misa realizada en una iglesia, sientes más calor humano y sales como si estuvieras mas “liviano”? pues ello es efectivamente es lo que ocurre, el calor humano es la fraternidad que se tiene en la iglesia con los creyentes y lo liviano lo adquirimos cuando dejamos la carga de cargar los pecados que hayamos cometido.
Bendiciones a todos!