El tema de los impulsos puede ser muy amplio, ante ello podemos comenzar citando que hay impulsos compulsivos, éstos dan lugar a una serie de acciones inconscientes. Esta unidad funciona como un poder que actúa como un globo inflado repetitivo que se abrirá y comenzará en un nuevo proceso. A veces una imagen, una palabra es la clave para dirigir el proceso. Estos impulsos conducen a hábitos de trabajo que se convierten en vicios como el alcohol, el tabaco, la masturbación, los juegos de azar, y muchos otros. Pero tiene casos graves, como el asesino en serie.
Su activación desencadena una actividad motora central, cuyo propósito es reducir o eliminar el estado de tensión. En cuanto a esto por ejemplo tenemos impulsos naturales como la sed, el hambre, la solidaridad, el afecto, el deseo de dominar. Etc.
Un impulso puede ser satisfecho de inmediato, comemos porque sentimos hambre, después de satisfacer el hambre, a veces ocurre las ganas de comer constantemente. Pero ese impulso puede llegar a ser exagerado y puede generar alteraciones como la obesidad
Hay impulsos sin restricciones sexuales que exige la satisfacción inmediata, de la masturbación a casos de pedofilia, incesto, sexo pervertido con animales y objetos en la forma de los órganos sexuales, etc.
Todo ello se puede presentar como recuerdos reprimidos en forma de energía que depositan energía en los nódulos con la presión alta cuando intentan liberar sus actos, en la cual destruyen cualquier defensa moral o ética de la persona.
Regresaremos próximamente para ampliar estos conceptos.