Es una premisa que vamos a seguir dando forma mientras vivamos en la ignorancia o la ilusión de que estamos separados de dios.
Hay muchos caminos diferentes para acabar con la idea de la separación del ego, las tres vías principales son: la rendición o la devoción, también llamado Bhakti Yoga, el camino del conocimiento, llamada jnana yoga, y el camino del servicio o de trabajo llamado karma yoga.
Al final, todos estos caminos llegan al mismo lugar, que es la unión con Dios. Pero hasta que se fusionan, llegamos de nuevo a trabajar continuamente en el perfeccionamiento de nuestro camino.
La segunda noble verdad del budismo es que el deseo causa sufrimiento, si nos fijamos en nuestra manera de pensar – nuestras opiniones e ideas preconcebidas, y nuestros sentimientos, vemos que no hay un momento que no estamos continuamente deseando que algo se valla lejos.
Este estado constante de deseo y la aversión no nos permite estar presentes en el momento. Tenemos tanto miedo de que vamos a experimentar tristeza por no conseguir lo que queremos, que hacen todo lo posible tratando de asegurarse de que el mundo ofrece por nosotros lo que pensamos que necesitamos para ser felices.
Si se trata de la necesidad de amor, seguridad, dinero, sexo, reconocimiento, etc Nuestros egos nos llevan continuamente en la búsqueda de la felicidad del mundo exterior.
Creamos un montón de drama y dolor en este viaje! Un punto de inflexión llega cuando ya no miramos para el mundo exterior que nos dé felicidad y hacia adentro en nuestro camino para encontrar a Dios.
Cualquiera que sea el camino a Dios que elijamos, podemos ver que se trata de las opiniones y juicios en nuestras mentes que nos definen, limitan y que nos mantienen separados de Dios.
Y vemos que por fin aceptar lo que Dios ha presentado como nuestra vida de trabajo, cualquiera que sea el papel, aprendemos a confiar en Dios y aprendemos a confiar en nuestro proceso o camino.
Este sentimiento de confianza, sabiendo que estamos justo donde debemos estar en un momento dado y que se nos da exactamente lo que necesitamos en cada momento, lleva a la auto-aceptación, y es el comienzo de la sensación de paz en nuestros corazones.
Como consideramos que esta paz, es nuestro deseo de que aumenta la felicidad de otros y nos encontramos con que tenemos una capacidad mucho más profundo para extender la bondad de los demás y en todo el mundo.