Para los estudiantes esotéricos el concepto de la reencarnación no es una creencia abstracta basada en la teoría y por lo tanto abierto a debate. Para ellos es un concepto bien establecido que ha sido parte de la enseñanza antigua sabiduría de miles de años, y posteriormente esta se ha verificado una y otra vez en la vida cotidiana.
El principio se basa principalmente en la dualidad del hombre. Una vez que el estudiante ha aceptado la premisa de la inmortalidad del alma humana, entonces está se presentara sin obstáculos por el dogma (doctrina sostenida), lo que obligará a llegar a la conclusión de que la reencarnación es inevitable.
Si la composición de la humanidad es considerada, con sus razas y naciones, con su variedad de colores, su lenguaje, sus características físicas, emocionales y mentales, y si además se considera que hay tantos personajes como individuos, a continuación, una idea de su complejidad se pueden formar. El punto a destacar es la disparidad entre los individuos. Entre los miles de millones en la tierra hay personas que mueren de hambre, y los que mueren de exceso, hay personas que no poseen nada y no tienen los medios para sostener el cuerpo y el alma, y los que requieren de grandes organizaciones para administrar sus posesiones, hay quienes todavía viven como esclavos, y los que tienen la facultad de disponer sobre el bienestar, la vida y la muerte de millones, no son los débiles mentales y los dotados con mentes brillantes, hay personas con pérdida de órganos, y los que tienen una salud radiante. Y del mismo modo se puede nombrar condiciones contrastantes y muchas más características, pero finalmente están interesados sólo en su bienestar personal, en contraste con los discípulos avanzados que sus orientaciones ya están completamente sujetas a los mandatos del alma, y se caracteriza porque espiritualmente, viven únicamente para servir a sus semejantes.
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